A escasos días del Día Internacional del Trabajo, la comunidad internacional celebra el Día de la Salud y Seguridad en el Trabajo, entendiendo que estos aspectos son también muy importantes y que se suelen pasar por alto.
En efecto, las condiciones profesionales y económicas son esenciales para todo empleo, pero también lo son las condiciones de salud y de seguridad. Desde FSIE somos conscientes plenamente de que todo entorno laboral debe garantizar tanto la salubridad como la protección de los empleados y que no siempre se le otorga suficiente valor.
Durante la pandemia de la COVID-19, los trabajadores de los centros educativos, tanto docentes como personal de administración, están teniendo que realizar un esfuerzo extraordinario para combinar sus tareas presenciales con el ámbito digital, para garantizar que todos los estudiantes reciben su derecho a la educación, incluso cuando contraen una enfermedad. Esta situación es una realidad que supone una dificultad evidente, porque muchos profesionales no dominaban, incluso no conocían, algunas de las herramientas necesarias para educar a través de Internet. Igualmente, el personal de servicios de los centros educativos está trabajando en unas circunstancias nuevas para garantizar el óptimo funcionamiento de los mismos.
Por su parte, los profesionales de la atención a personas con discapacidad también están realizando un esfuerzo notable, y lo realizaron en los momentos más duros del confinamiento, desarrollando su labor con el riesgo de contagiarse por la COVID-19 y con la incertidumbre generada de esta situación y de la ambivalencia del protocolo sanitario.
Con el objetivo de minimizar los contagios, desde FSIE insistimos en la necesidad de que los espacios de trabajo estén correctamente ventilados, más aún ahora que no es obligatorio el uso de la mascarilla en interiores. Recordemos que la pandemia no ha terminado y que hay que ser responsables, manteniendo las medidas sanitarias recomendadas.
Sin embargo, desde FSIE hemos decidido profundizar este año en la salud en el teletrabajo, una realidad que afecta cada vez a más profesionales y que influye también incluso en aquellos que trabajan de manera presencial. Trabajar en conexión con la tecnología representa numerosos beneficios, como rapidez y comodidad, pero también implica una serie de riesgos para la salud y la seguridad que recordamos.
- A nivel físico, dedicar mucho tiempo a trabajar desde el ordenador y el móvil puede suponer daños en los músculos de la espalda y el cuello y en la sequedad de los ojos; también puede provocar dolor de cabeza.
- A nivel psicológico, implica un mayor nivel de estrés, por ejemplo, y una cierta dependencia del trabajo. La idea de estar conectados a todas horas puede significar que no desconectamos ni descansamos correctamente y esto es peligroso, para la salud y el rendimiento laboral.
Desde FSIE animamos a todos los trabajadores a que estén informados de estos riesgos y que pongan de su parte por prevenir conductas lesivas. A menudo, nadie mejor que uno mismo puede conocer y remediar estos riesgos que supone el teletrabajo y la conexión digital.
- Para anticiparse y reducir los riesgos físicos, recomendamos utilizar un material de trabajo adaptado: una silla con un respaldo que pueda modificar la altura, diseño ergodinámico y resposabrazos; y un monitor situado a una distancia considerable, entre los 45 y 65 centímetros, y coincidiendo su parte de arriba con la altura de los ojos. También recomendamos bajar el brillo de las pantallas y adoptar descansos breves pero frecuentes para mirar a distancias lejanas, lo que ayuda a cambiar el enfoque, aumentar la frecuencia del parpadeo y reducir la sequedad de la lágrima y otros problemas de visión.
- Para anticipar y reducir los riesgos psicológicos, recordamos tanto a los trabajadores como a los centros educativos que los trabajadores tienen derecho a su descanso y que la obligación de responder mensajes fuera del horario establecido está contemplado como un incumplimiento de la ley. De manera excepcional, cuando la situación lo requiera, puede hacerse, pero no conviene abusar en este tipo de situaciones ni olvidar que lo correcto es trabajar en el horario estipulado.
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