La Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE) ha manifestado su profunda preocupación ante el borrador del Anteproyecto de Ley que modifica la Ley 4/2019 para la mejora de las condiciones del profesorado no universitario, al comprobar que la enseñanza concertada vuelve a quedar fuera de las medidas planteadas.
Desde FSIE advierten de que esta exclusión ahonda en la brecha de desigualdad y perpetúa la falta de equiparación de las condiciones laborales del profesorado que trabaja en los centros sostenidos con fondos públicos.

La equiparación, clave para la calidad educativa
FSIE recuerda que igualar las condiciones laborales y salariales entre docentes que desempeñan funciones equivalentes en el mismo sistema educativo es esencial para:
- Garantizar la estabilidad profesional.
- Reducir la precariedad laboral.
- Ofrecer los mismos estándares de calidad, currículo y derechos del alumnado en toda la red financiada con fondos públicos.
Un marco común evitaría desequilibrios entre territorios y diferencias de nivel académico, fortaleciendo la igualdad de oportunidades para las familias.
Quince años de promesas incumplidas
El sindicato denuncia que esta discriminación no es nueva, sino la consecuencia de más de 15 años de inmovilismo ministerial. Durante este tiempo, las condiciones laborales de los docentes de la concertada han quedado relegadas, agravadas por la infrafinanciación de los centros, que incluso dificulta el acceso a derechos reconocidos por ley, como la jubilación parcial.
Un derecho constitucional en riesgo
FSIE subraya que mantener estas desigualdades vulnera el derecho constitucional de las familias a elegir libremente centro educativo, ya que condiciona esa elección a la capacidad económica en lugar de a criterios pedagógicos o de proximidad.
Llamamiento a la acción
Por todo ello, FSIE exige que durante la tramitación de la futura ley se incorpore plenamente a la enseñanza concertada.
“No se trata de un privilegio, sino de una cuestión de justicia y de derechos que no puede seguir aplazándose. Los trabajadores de la enseñanza concertada están cansados del inmovilismo y no se descartan movilizaciones en defensa de sus derechos y de la igualdad de oportunidades para todas las familias”, concluye la organización.