FSIE se ha posicionado en todas las leyes de educación contra la promoción con excesivo número de suspensos y contra la obtención del título sin haber superado todas las materias.
FSIE No ha apoyado este Real Decreto en el Consejo Escolar del Estado y votó en contra de la LOMLOE en este mismo órgano.
Compartimos que la repetición de curso escolar es un método que no ha dado los resultados que se pretendían. Quizá es que no se ha aplicado correctamente. El alumnado que necesita atención específica requiere una dotación adicional de profesorado que no ha existido. Hacer recaer en el profesor tutor o de materia esa labor de atención individualizada, adaptación del currículo y seguimiento de su evolución con las actuales ratios y carga lectiva del profesorado es inasumible y de ahí que la repetición no haya logrado su objetivo.
Pero adoptar como fórmula alternativa “facilitar” la promoción de curso con suspensos o permitir que se obtenga un título oficial cuando no se han superado los objetivos y competencias que requiere dicha titulación, no parece la mejor opción.
Decir que es necesario haber alcanzado los objetivos y competencias de la etapa y decir a continuación que se puede promocionar y titular con asignaturas suspensas es una contradicción obvia. O sobran materias que no conducen a la obtención de esos objetivos y competencias o debe decirse claramente que se puede promocionar y titular sin haberlos conseguido.
El Ministerio elimina las pruebas extraordinarias de Educación Secundaria Obligatoria a pesar de que el Consejo Escolar del Estado, a instancia de una enmienda de FSIE, había sugerido que se mantuvieran como en Bachillerato.
Este sistema de evaluación y promoción que se propone no incentiva, promueve ni motiva en el alumnado el esfuerzo, responsabilidad y trabajo constante que requiere cualquier aprendizaje.
Las decisiones finales de promoción y titulación se dejan a la consideración del equipo docente al mismo tiempo que se pide y se defiende el derecho a una evaluación objetiva del alumno. El componente subjetivo en las decisiones del equipo docente es inevitable y el propio sistema favorece las diferencias ya no solo entre territorios y entre centros, sino incluso dentro de un mismo centro.
El Real Decreto también destaca y pone de relieve la actuación colegiada del equipo docente que es “a quien se otorga la responsabilidad última de la decisión sobre la promoción y la titulación de su alumnado”. En realidad el equipo docente podrá decidir, pero no será el responsable último porque lo seguirá siendo la Inspección ante las reclamaciones que presenten las familias y el alumnado disconforme con su evaluación.
En muy poco tiempo veremos estadísticas que “ratificarán la mejora sustancial del sistema educativo y el éxito de las medidas aprobadas”. Habrá menos repeticiones y se incrementará el número de alumnos que consiguen titular. La duda será si esos datos realmente responden a un mejor aprendizaje, formación y preparación del alumnado o habremos realizado un mero maquillaje de cifras comprometiendo seriamente el futuro de nuestros alumnos.
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